La lluvia y la nieve pueden hacer mella en su casa y es posible que no se dé cuenta hasta que sea demasiado tarde. Los daños causados por el agua en una casa pueden provocar la putrefacción de la madera, el descascarillado de la pintura, la infestación de insectos, la aparición de moho, la reducción de la vida útil del tejado y el revestimiento exterior, y el aumento de los costes de mantenimiento. Estos son algunos de los lugares más comunes que hay que revisar para evitar que le ocurran daños por agua.
- Ventanas y puertas: Compruebe si hay fugas cerca de las esquinas, pintura descascarillada, decoloraciones en la pintura o el calafateado, así como hinchazón en las ventanas, los marcos de las puertas y los materiales circundantes.
- Techo: Repare o sustituya las tejas alrededor de cualquier zona que permita que el agua penetre en el revestimiento del tejado. Las fugas son especialmente frecuentes alrededor de las chimeneas, los conductos de ventilación de las tuberías y los respiraderos del ático.
- Cimientos y paredes exteriores: Sella las grietas y agujeros de las paredes exteriores, las juntas y los cimientos.
- Fontanería: Compruebe si hay grifos que gotean, tuberías que gotean o «sudan», desagües obstruidos y sistemas de drenaje de agua defectuosos. Inspeccione las mangueras de la lavadora en busca de bultos, grietas o humedad. Inspeccione el calentador de agua en busca de signos de óxido o agua en el suelo.
- Material dañado por las termitas: Comprueba si hay daños por termitas en materiales de madera como paredes, vigas o suelos.
- Áticos: Compruebe si hay agujeros, fugas de aire o derivaciones de la casa y asegúrese de que hay suficiente aislamiento para evitar que se escape el calor de la casa.
- Sótanos: Asegúrese de que las ventanas y puertas del sótano tienen barreras construidas o escudos contra inundaciones. Inspeccione las bombas de sumidero para asegurarse de que funcionan correctamente.
- Acondicionadores de aire: Compruebe las bandejas de drenaje para asegurarse de que drenan libremente, están adecuadamente inclinadas hacia las salidas y que no hay agua estancada. Asegúrese de que los conductos de desagüe estén limpios y libres de obstrucciones.
- Riego: Inspeccione y ajuste el patrón de pulverización de los cabezales de riego para minimizar el agua rociada directamente sobre la casa y así evitar el exceso de agua cerca de los cimientos.