3 Consejos útiles para una mejor jornada laboral

blog

Nos pasa a todos, nos encontramos deseando que llegue el ansiado fin de semana cada lunes por la mañana en lugar de centrarnos en el monótono trabajo que tenemos por delante. Los niveles de productividad se hunden en el fondo de un mar de tareas pendientes bajo el que te ahogas sin salvavidas a la vista. Aunque no podemos darte la vida perfecta en la oficina, estos consejos te ayudarán a nadar hasta la cima y a sobrevivir a tu enorme carga de trabajo.

 

  1. Establezca un horario para sus tareas

Tu cerebro es un músculo asombroso e inteligente, pero, con todo lo que puede hacer, como almacenar tus recuerdos favoritos y decirte cómo caminar, apesta en la multitarea. Para evitar que tu cerebro entre en sobrecarga, dale una cantidad de minutos u horas a cada tarea y cúmplela. Por ejemplo, si tiene varios informes en su lista de tareas, trabaje en cada uno de ellos sólo entre 30 minutos y 1 hora. La sensación de agobio hace que nos volvamos improductivos y que, en última instancia, sintamos que no llegamos a ninguna parte con nuestro trabajo. En cambio, dividir tu lista te hará sentir que estás logrando más y te obliga a mantenerte concentrado. Además, incluya descansos, aunque sean de 5 a 10 minutos entre tareas, para que se sienta renovado. Para cuando llegue el fin de semana, tu lista de tareas pendientes habrá desaparecido.

2. Tener un compañero de oficina

No sólo para comer o cotillear la última temporada de Juego de Tronos, sino para que rinda cuentas de su trabajo. Puede que pienses: «eso ya lo hace mi jefe», pero piénsalo así: tu jefe es como tu profesor que te da una tarea. ¿Siempre hacías los deberes a tiempo o los dejabas para después? El trabajo es así. Empezamos a aplazar nuestras «tareas pendientes» porque hemos creado el hábito de que podemos trasnochar y que podemos hacerlas sin problema. En lugar de estresarte por los plazos, haz que tu amigo te responsabilice de cumplir con tu horario y viceversa. Haz pequeñas apuestas sobre quién va a comprar el almuerzo o no va a tomar café por la mañana (¡vaya!). Tu productividad aumentará lo suficiente una vez que tengas tu primer día sin tu dosis diaria de cafeína.

3. Priorice su día

Si hay algo que conozco mejor es que TODO es importante. Los informes, la planificación, la compra, el diseño y todo lo que surja entre medias se convierte en la máxima jerarquía. El problema es que, cuando sigues añadiendo a la parte superior, todo desciende lentamente hasta que tu lista de tareas pendientes se convierte en una lista de tareas incompletas. Empezarás a olvidarte de cosas y a disminuir tu impulso de trabajo en general porque tienes demasiadas cosas que hacer. En su lugar, date cuenta de que no todo es urgente y que no pasa nada por decir «no» o hacer saber a tu compañero de trabajo (¡de forma educada!) que puede hacerlo él mismo. Una vez que empieces a ser capaz de hacer esto, notarás que tu lista empieza a reducirse y que algunas cosas que presumen de ser tan urgentes, no lo son tanto después de todo.

Ir al contenido